SINOPSIS
Entre paradigmas del amor, la locura del hombre alienado, el tiempo presente, una increíble Julieta coprotagoniza la imposibilidad de un Romeo sin lugar en el presente.
La acción transcurre en un cementerio irreal, en una Verona irreal, muchos años después del drama de Shakespeare. Julieta, o una mujer que se cree Julieta, pone flores en su propia tumba todos los días.
Olvidaste dónde yace Romeo, o nunca lo supiste. Olvidó algunos detalles del drama, si es que alguna vez los supo. Pero mantiene viva la idea de que todos menos ella merecen un lugar digno en la historia. Desentrañando emociones, vestida de viuda o de color, ya tapándose el rostro con una red negra, ya asumiéndolo, Julieta rompe el paradigma del Amor eterno, empezando por no quererse a sí misma, y, tal vez, por querer un rayo de amor que alguien desperdiciado y que se sentía tan bien de encontrar.
En cambio, se le aparece Romeo, el espíritu de Romeo, un Romeo etéreo y eterno. Él cree que encarna el amor, pero le esperan algunas sorpresas que podrían sacudirlo. Y para sacudirnos. La acción transcurre en el presente, durante poco más de una hora, en el escenario que refleja la idealización del cementerio de Verona, realizada por una Julieta y en su encuentro con el Romeo real.